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Errores comunes de inversionistas extranjeros en EU (y cómo evitarlos).

  • El desconocimiento de las leyes estadounidenses es contraproducente para inversionistas extranjeros en ese país, coinciden empresarios y especialistas.

  • Tener un equipo de trabajo con abogados, contadores y hasta asesores inmobiliarios es indispensable para cuidar el dinero del inversor, sostiene el empresario mexicano Alejandro Dabdoub, quien ha invertido en ese país, desde el 2001.

  • El ganador de las elecciones presidenciales de Estados Unidos del próximo 3 de noviembre, no debería de condicionar un proyecto de inversión.




Emilio Aragón no dice el nombre del inversionista mexicano relacionado, pero cuenta el episodio: le prometieron que su inversión en el sector inmobiliario de los Estados Unidos sería tan exitosa, que ganaría el doble de lo que invirtió.


El negocio consistía en comprar casas que tuvieran algunas averías o que tuvieran potencial de remodelación. El inversionista se encargaría de invertir su capital para repararla o contratar a alguna empresa para que hiciera el trabajo. Al final la dejaría lista para salir al mercado y, entonces sí, venderla al doble del precio que la había adquirido.


“Al final todo el capital del inversionista se diluyó”, cuenta Aragón, un Gerente de Relaciones que trabaja con diversos inversionistas extranjeros que han invertido en la Unión Americana. “No se dio cuenta que la casa tenía un préstamo o que la empresa que se encargó de la remodelación le quedó a deber a su personal. Esos adeudos los tuvo que pagar el inversionista, porque en Estados Unidos las viviendas se entregan libres de cualquier deuda, cuando cambian de propietario”.


El inversionista no conocía el mercado de bienes raíces estadounidenses y su inversión fue afectada, dice Aragón, quien añade que es fundamental que los inversionistas mexicanos conozcan el mercado en el que invertirán.


Alejandro Dabdoub Smutny, empresario e inversionista mexicano que ha operado en Estados Unidos desde 2001, en sectores como el restaurantero e inmobiliario va más allá. Sostiene que el inversionista mexicano y, de cualquier otra nacionalidad, debe de tener todo un equipo cuando emprenda su inversión en ese país para protegerse en caso de inconvenientes y no errar con la inversión.


“Es extremadamente importante, porque con tu equipo defines cuál será tu estrategia fiscal y financiera. Debes de tener un abogado, un contador certificado o colegiado, un planificador de bienes y un abogado de inmigración. Además, es clave no iniciar una operación con alguien por recomendación, es decir, el amigo del amigo que te recomienda invertir en un proyecto, sin analizar la viabilidad de esa inversión”, recomienda Dabdoub Smutny.


Junto con la falta de comprensión del contexto y mercado del país de destino, el insuficiente análisis del proyecto de inversión, a menudo también surgen dificultades con el tema migratorio.


“Uno de los principales motivos por los que un inversionista extranjero puede perder sus inversiones en Estados Unidos, es un tema migratorio como una deportación o ausencia de visa”, cuenta Dabdoub Smutny quien, al inicio de sus operaciones en este país, no consideró esta cuestión y mantuvo su estatus de turista, hasta que un día, en migración, le dijeron que requería una visa como inversionista.


“Gracias a que ya había formado un equipo, pude regularizar mi estatus migratorio en seis meses en lugar de cinco años, que es el tiempo estimado para hacerlo en Estados Unidos”, añade Dabdoub Smutny, quien actualmente ya cuenta con una visa EB-5 para inversionistas, que otorga residencia permanente para él y su familia en el país.


Invertir en Estados Unidos es seductor si se hace adecuadamente. Es el país con mayor inversión extranjera del mundo, según la Oficina de Análisis Económico del Departamento Economía de ese país. Fideicomisos, esquemas fiscales accesibles y facilidades de inversión, son algunos de los motivos por los que esa nación se ha convertido en un oasis para atraer a los inversionistas foráneos.


Las cifras del organismo indican que en 2019 los inversionistas extranjeros invirtieron un total de 332 mil 200 millones de dólares más en la Unión Americana, respecto al 2018. Mientras que 49 mil 200 millones de esa cifra provino de inversionistas mexicanos.

“Para invertir en Estados Unidos tienes que entender su cultura. No sólo significa entender sus costumbres, sino entender su mercado, la importancia de las visas de inversionistas y la forma en la que pagan impuestos. Las dos personas más importantes que debe de tener un inversionista extranjero en ese país, deben ser su abogado migratorio y su contador”, opina Aragón.


Aunque las elecciones estadounidenses del próximo 3 de noviembre pueden provocar un cambio de presidente en ese país, no debería de condicionar un proyecto de inversión.

“Lo menos recomendable para cualquier inversionista con proyección internacional sería determinar su proyecto en base a cuestiones políticas, ya que los presidentes están cuatro años y los posibles cambios regulatorios o marcos legales cambian con mucha frecuencia. En cambio, un proyecto de inversión siempre debe considerarse con un objetivo a largo plazo”, sostiene Dabdoub.

Sobre Alejandro Dabdoub Smutny


Es un exitoso inversionista que vive y trabaja en Estados Unidos desde hace veinte años. Su formación académica incluye a la Universidad de Nueva Orleans, Harvard, London Business School y el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa, con sede en México. Su principal línea de emprendimiento siempre ha sido el desarrollo y construcción de edificios comerciales y departamentos. En 2001, desarrolló su primera franja comercial en Houston, Texas, y comenzó a invertir en edificios de departamentos en conjunto con uno de los grupos más prestigiosos de Estados Unidos. Desde entonces, se ha convertido (por invitación) en socio del grupo y ha participado en la construcción de un fondo para que inversores internacionales puedan invertir en inmuebles en Estados Unidos. También es socio de un grupo inmobiliario en México. Además, a lo largo de los años Alejandro ha sido emprendedor restaurantero —uno de sus proyectos figuró entre los 10 mejores restaurantes de la Ciudad de México—, promotor del deporte automovilístico conocido drifting, autor de libros de fotografía y productor de cine. Gracias a sus estudios y contactos, Alejandro ha logrado una amplia cartera empresarial. Su bagaje de casi 20 años como inversor y empresario en Estados Unidos le ha permitido obtener la residencia permanente en este país, tanto para él como para su familia.

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